San Diego, California. — Arturo Ávila Anaya, diputado federal y vocero del grupo parlamentario de Morena, partido que ha hecho de la “austeridad republicana” una bandera política, parece no aplicar el mismo principio a su vida privada: recientemente se reveló que es propietario de una residencia valuada en 4.8 millones de dólares en la lujosa zona de Rancho Santa Fe, en California.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el legislador adquirió el inmueble en marzo de 2024, mediante una hipoteca por 1.9 millones de dólares, al tiempo que su empresa, IBN Industrias Militares de Alta Tecnología Balística SA de CV, enfrentaba el bloqueo de cuentas bancarias por presuntas irregularidades.
Lejos de negar la operación, el propio Ávila confirmó la compra desde su cuenta en la red social X, antes Twitter. Alegó que no habita la propiedad, ya que —según dijo— su modelo de negocio consiste en comprar inmuebles para remodelarlos y revenderlos. No obstante, sus declaraciones han generado escepticismo y críticas ante la evidente contradicción entre su vida personal y los principios que Morena asegura defender.
La residencia se encuentra en la comunidad cerrada de Fairbanks Ranch, a la que solo se puede acceder tras pasar un módulo de seguridad fortificado. En el número 17423 de la calle Circa del Sur, se levanta una mansión con seis habitaciones, cinco baños y medio, chimeneas, sala de cine, bodega para 1,700 botellas, sauna y garaje para tres autos, según el portal inmobiliario Homes.com.
El nivel de lujo de la propiedad no es menor. Fue construida en 1989, cuenta con más de 5,800 pies cuadrados y su mantenimiento implica el pago anual de 28 mil 873 dólares en impuestos, es decir, unos 555 mil pesos mexicanos, cifra muy por encima del ingreso anual de la mayoría de los ciudadanos que el legislador dice representar.
Mientras tanto, en México, Morena insiste en políticas de “austeridad”, recortes presupuestales y llamados constantes a no “traicionar al pueblo”. Sin embargo, la adquisición de una mansión de este calibre por parte de un representante de dicho partido no solo resulta cuestionable, sino que evidencia la distancia entre el discurso y la práctica.
Arturo Ávila ha sido señalado como uno de los posibles candidatos de Morena a la gubernatura de Aguascalientes, postulación respaldada por el senador Ricardo Monreal. Ahora, la opulencia de su estilo de vida podría convertirse en un lastre político difícil de justificar ante una ciudadanía cada vez más crítica y cansada de los dobles discursos.