Hermosillo, Sonora.– En un hecho que marca un nuevo giro en la caída del imperio criminal de Joaquín El Chapo Guzmán, un grupo de 17 de sus familiares, incluyendo a su exesposa Griselda López Pérez, se entregaron voluntariamente a las autoridades de Estados Unidos el pasado fin de semana. La mujer es madre de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante y actual detenido en ese país por delitos relacionados con el narcotráfico.
De acuerdo con el periodista Luis Chaparro, el grupo cruzó la frontera por el puerto internacional de San Isidro, en Tijuana, donde se presentaron ante agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Cada uno portaba al menos dos maletas, y entre todos llevaban consigo aproximadamente 70 mil dólares en efectivo.
Entre los entregados también se encontrarían una hija, un nieto y varios sobrinos del exlíder del Cártel de Sinaloa. Chaparro compartió imágenes en las que se observa a varias personas esperando con equipaje, presuntamente los familiares del capo sinaloense.
Un acuerdo judicial tras bambalinas
La entrega de la familia ocurre en medio de negociaciones judiciales en Estados Unidos que involucran a Ovidio Guzmán López, quien fue extraditado en abril de 2023. El 6 de mayo se informó mediante una notificación judicial que Ovidio ha llegado a un acuerdo con fiscales estadounidenses para declararse culpable de diversos cargos de narcotráfico. La audiencia donde formalizará su declaración está programada para el próximo 9 de julio en una corte federal de Chicago.
El acuerdo judicial contempla que Ovidio renuncie a su derecho a juicio a cambio de una recomendación de sentencia reducida. Expertos consideran que el trato podría incluir cooperación con las autoridades estadounidenses, incluso como testigo en otros procesos judiciales relacionados.
La desintegración del clan Guzmán
Desde la extradición de El Chapo en 2017, la estructura del Cártel de Sinaloa ha sufrido profundas reconfiguraciones internas. Sus hijos, conocidos como Los Chapitos, asumieron el control de una de las facciones más activas, implicada en el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Esto les ha valido sanciones por parte del Departamento del Tesoro y su inclusión en la lista de los más buscados por la DEA.
La entrega de familiares directos de Guzmán Loera no solo representa un hito simbólico, sino también un paso estratégico en los esfuerzos del gobierno estadounidense por debilitar los cimientos familiares y operativos del cártel. Analistas consideran que podría tratarse de un movimiento pactado o en coordinación con los recientes acuerdos judiciales de Ovidio Guzmán.
El ocaso del llamado “imperio de los Guzmán” parece acelerarse, en un contexto de creciente presión bilateral contra las redes del narcotráfico transnacional. La entrega de sus parientes más cercanos podría ser el principio del fin para uno de los clanes criminales más poderosos de las últimas décadas.