ÁLAMO, VERACRUZ.– Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista de 62 años, fue encontrada muerta seis días después de haber sido secuestrada en pleno centro de Álamo Temapache por un comando armado. Su caso estremeció a la región luego de la difusión de un video en el que, arrodillada y esposada, advertía a sus compañeros: “Pague su cuota como debe de ser o van a terminar como yo”.
El secuestro ocurrió el viernes 18 de julio frente al mercado municipal, a plena luz del día y ante testigos que relataron que los agresores actuaron sin prisa. La víctima, propietaria de dos taxis de la ruta Estero del Ídolo, había sido blanco de cobro de piso, práctica que asfixia a comerciantes y transportistas en la zona.
La grabación, difundida el fin de semana, muestra a Hernández rodeada por hombres armados con chalecos marcados con las siglas F.E.G.C., quienes se identifican como integrantes de la Mafia Veracruzana, escisión del Cártel del Golfo conocida también como Grupo Sombra. “Con la mafia veracruzana no se juega”, advierte la mujer en el mensaje que le fue dictado.
La Fiscalía General del Estado informó que su cuerpo fue hallado la noche del miércoles en un rancho entre Buenos Aires y Tepetzintlilla. Aseguró que el caso no quedará impune. Hernández padecía problemas de salud que requerían atención médica especializada, según su ficha de búsqueda.
El caso ocurre en un contexto de creciente violencia en Veracruz, donde el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres registra 30 asesinatos de mujeres en lo que va del año. Además, la extorsión se mantiene como una de las principales amenazas para taxistas, comerciantes y transportistas.
La Mafia Veracruzana disputa el control del norte del estado contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, con presencia en municipios como Tuxpan, Poza Rica y Tantoyuca. En redes sociales, el grupo ha difundido amenazas y se adjudica ataques en la región.
El Gobierno federal lanzó el pasado 6 de julio la estrategia nacional contra la extorsión, que prioriza ocho estados, entre ellos Veracruz, donde las víctimas denuncian solo en el 0.2% de los casos, según cifras oficiales.